El embarazo es el estado fisiológico natural de la mujer. Ya en la vida fetal se forman las características que preparan al organismo para las funciones reproductivas. Si el embarazo es normal, ¿qué debes hacer para prepararte? La «madre naturaleza» no hace «trucos» sobre el embarazo, por lo que no desarrolló pautas adicionales sobre este tema. Sin embargo, como sociedad cada vez más concienciada con su propia salud y la de sus hijos, además de esforzarte por tenerlo todo bajo control, quieres planificar el embarazo y prepararlo adecuadamente. En consecuencia, entonces, ¿cómo?
Si realmente cuidas y respetas tu salud a diario, nos examinamos regularmente, recuerda que una dieta equilibrada y variada, no evites la actividad física, pero evita los estimulantes y el estrés, entonces se puede decir que estas preparada para el embarazo:
¿Se puede hacer más, es decir, aumentar las posibilidades de concebir y dar a luz a un niño sano?
¿Quizás la suplementación? En primer lugar, seamos claros, ninguna suplementación puede reemplazar una dieta variada y equilibrada. En segundo lugar, sin una investigación especializada, no hay forma de determinar qué ingredientes le faltan al cuerpo y cuáles puede tener en exceso. Por lo tanto, una mujer que planea un embarazo debe acudir al médico, quien le indicará las pruebas necesarias. Pruebas básicas de laboratorio, ultrasonido de los órganos reproductivos, visita al dentista, pruebas para enfermedades infecciosas que representen una amenaza para el feto, aquí es donde debes comenzar.
No existen pautas específicas para la planificación del embarazo. Solo se puede utilizar la recomendación de la Ginecologo de tu país, que habla de la importancia de ciertas vitaminas y minerales para la salud de la futura madre y el correcto desarrollo del feto. Es principalmente ácido fólico. Luego yodo, vitamina D, E, hierro, calcio, ácidos grasos omega-3.
Suplementación antes del embarazo: ¿cuánto y por qué?
- Ácido fólico – 0,4 mg al día. Fuentes naturales: lechuga, espinacas, brócoli, repollo, hígado, huevos, nueces, cereales integrales. Participa en el desarrollo del cerebro y la médula espinal, es decir, es responsable de la formación del sistema nervioso.
- Yodo – 200 mcg/día. Fuentes: pescados y mariscos. Asegura el correcto curso del embarazo y el correcto desarrollo del feto.
- Vitamina D3 – 2000 UI/día. Fuentes: sol, huevos, mantequilla, pescado, productos lácteos. Es responsable de la estructura ósea y la gestión del fosfato.
- Ácidos omega-3 – 600-1000mg/día. Lo encontramos en pescados de mar, aceite de linaza, pipas de girasol. Para el correcto desarrollo del sistema nervioso, la vista, la inmunidad fetal.
- Hierro – 18 mg/día. En alimentos: carnes rojas, vísceras, remolacha, cereales integrales. Para asegurar los valores adecuados de hemoglobina de la futura madre.
- Vitamina E: sus fuentes son: aceites vegetales, perejil, pimienta, nueces. Mejora la fertilidad, previene la aparición de defectos congénitos del feto.
- El calcio, un componente básico de los huesos, afecta el buen funcionamiento del corazón. La ocurrencia natural es: espinacas, nueces, productos lácteos, legumbres.
La suplementación (si la recomienda un especialista) debes iniciarla al menos 3 meses antes de la concepción prevista. Recuerda, sin embargo, que debes cuidar tu salud y la de las generaciones futuras «siempre». Una dieta sana y equilibrada, actividad física regular, renunciar a los estimulantes y evitar los dulces son la mejor manera de preparar el cuerpo para el embarazo.
